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Religión y sexualidad son dos términos que en tradiciones orientales como el tantra o tantrismo están fuertemente relacionadas. No es de extrañar que mucha gente logre experimentar estados de trascendencia más elevados en su dormitorio que en la iglesia, sinagoga, templo o mezquita. LEER MÁS

El arte del tantra yoga y la meditación fue desarrollado hace más de 5.000 años por los sabios de la India y el Tibet, los cuales probaron y perfeccionaron de forma sistemática los movimientos, posturas, sonidos, y respiración precisos que activan distintas partes del cuerpo y el cerebro para así producir resultados específicos. LEER MÁS

En los textos taoístas, el acto sexual se entiende como una experiencia cósmica, un intercambio de energías. Por ello el control de la eyaculación es un aspecto importante en estas culturas. Por el contrario, en Occidente, la mayoría de los hombres eyaculan dentro de los primeros quince minutos de haberse involucrado en una relación sexual. LEER MÁS

 

Para el tantra, la mujer y los valores que ella encarna son sagrados porque en el acto amatorio se crea un ritmo y una armonía que transforma a amantes ordinarios en verdaderas almas gemelasLEER MÁS

El ciclo vital de los seres vivos se puede resumir en cuatro etapas: nacimiento, crecimiento, reproducción y muerte. Se dice que el periodo de mayor esplendor, exuberancia y fortaleza lo alcanzamos cuando el cuerpo está preparado para la reproducción, es decir, cuando está bien abastecido de hormonas sexualesLEER MÁS

Para el tantra es importante que tanto hombres como mujeres conozcan a profundidad su aparato sexual.  Una manera de ayudar al varón a retrasar la eyaculación es entendiendo cómo es el funcionamiento del aparato sexual masculino. LEER MÁS

Cuando nos sentimos atraídos por alguien, hasta un simple roce puede encender la chispa y hacernos entrar en calor. Esto se debe a que toda la piel puede ser una zona erótica si recibe el contacto de alguien que resulta sexualmente atractivo y deseable. LEER MÁS

Al igual que en el caso del hombre, la zona erógena femenina por excelencia son los genitales, o el yoni para el lenguaje tántrico. Cómo señala Abraham Vatek en su libro Cómo practicar sexo tántrico, es conveniente llegar a ellos no al principio del juego amoroso sino ya transcurrido un tiempo. LEER MÁS